ROBERTO BARBOZA S.
En Tabasco durante los primeros siete meses de 2017, en promedio fue asesinada una persona cada día, pues se registraron 207 homicidios dolosos.
Esta fría cifra estadística, que representan 207 vidas humanas segadas, debiera preocuparnos profundamente y ya no permitir que pase a formar parte de nuestro entorno hasta llegar a tomarlo como algo natural.
Las calles de Tabasco pasaron a convertirse en una penosa morgue por los homicidios que ocurren diariamente.
Lamentable y condenablemente, este viernes 1 de septiembre, en ese tétrico escenario, ocurrió la muerte del empresario y activista por la seguridad, Jerry Barceló, quien fue asesinado abordo de su vehículo.
En pleno día y a escasas dos cuadras del bunker en que está convertida la residencia oficial Quinta Grijalva, ocurrió el execrable hecho delictivo.
Además desafortunadamente la muerte de Jerry Barcelo, se registra apenas tres días después de que un grupo de empresarios efectuaron una evaluación pública del tema de inseguridad que viven los tabasqueños.
Y precisamente dentro de ese grupo de empresarios destacaba por su activismo en favor de la seguridad, el conocido personaje hoy fallecido.
En su cuenta de Twitter @jerrybarcelo se describía como «un padre de familia preocupado por la inseguridad en Tabasco. Apasionado del empoderamiento y participación ciudadana». Y desafortunadamente fue víctima de lo que le ocupaba: la delincuencia y la ineptitud gubernamental.
Pero parte de esos altos índices delictivos es proporcional a la impunidad que existe, pues se tiene a una Fiscalía incompetente para investigar, vincular a proceso y encarcelar a los criminales.
El gobernador Arturo Nuñez sostiene en el cargo de FGE a Fernando Valenzuela Pernas, sin base en rendición de cuentas en su reprobado desempeño. Esa institución es Talón de Aquiles en el área de seguridad de pueblo tabasqueño, pero el jefe del Ejecutivo parece estar ciego y desconocer lo que ocurre en ese rubro.
O la pregunta sería porqué si ha cambiado cuatro veces a los titulares de la SSP, y a su amigo y protegido lo sostiene a pesar de las garrafales fallas en que se desenvuelve el académico universitario y quien al llegar al cargo de Fiscal, jamás había elaborado una averiguación previa.
Hoy más que nunca se necesita enarbolar el deseo del activista Jerry Barceló: el empoderamiento y La participación ciudadana. ¿O vamos a esperar a ver quién sigue?